El petróleo mexicano comienza su recuperación con nuevos hallazgos

José Antonio González Anaya, director de Petróleos Mexicanos (Pemex), no puede ocultar su entusiasmo por los hallazgos de nuevos campos que le van a aportar producción «fresca» de crudo y gas a México, pero es cauto y reconoce que «esto no resuelve el problema de Pemex, pero es un muy buen principio».

En entrevista con El Universal, el funcionario señala que los seis descubrimientos «hay que tomarlos poco a poco, pero demuestra que Pemex está trabajando para materializar el potencial que se tiene en el Golfo de México».

«Hoy tenemos a Trión, cuyas reservas ascienden a 485 millones de barriles de crudo y ahora también a Nobilisi-1, con 160 millones, aunque soy optimista y es posible que ese número pueda aumentar, no sabemos cuánto y en qué momento, pero es posible porque no hemos terminado los trabajos», detalló.

La importancia de los descubrimientos y de la licitación de Trión para encontrar socio de Pemex, radica en que se está «configurando una serie de activos en Perdido, cerca de los límites marítimos con Estados Unidos, que van sumando importancia en la incorporación de reservas». Lo malo, enfatizó el director de Pemex, es que desarrollar este campo como Trión, «va a llevar tiempo, y es posible que su producción se dé en seis o siete años».

Lo bueno, es que el otro pozo, Teca-1, que se localizó a 30 kilómetros entre Veracruz y Tabasco con reservas mas pequeñas, estimadas en 60 millones de barriles de crudo equivalente, aportará producción antes, «en un año y medio».

Al ser cuestionado sobre las limitaciones presupuestarias para desarrollar la infraestructura que necesitan estos nuevos activos, González Anaya comentó que «lo óptimo es hacerlo vía asociaciones y así es lo cómo lo estamos percibiendo. No es una particularidad de Pemex, porque cualquier empresa petrolera del mundo que se encontrara con esto también se asociaría».

Asociarse con otra empresa

Esta última es una de las razones del porqué las asociaciones son tan importantes, porque una vez concretadas «no entramos con todo el monto de inversión, va a ser sustancialmente menor y eso nos va a permitir desarrollarlo a una velocidad óptima». Hasta el 9 de septiembre, hay 10 empresas interesadas en asociarse con Pemex para desarrollar el pozo Trión. Están en la etapa de precalificación para obtener el contrato de exploración y producción que se licitará el 5 de diciembre.

Entre ellas, las gigantes estadounidenses Chevron y ExxonMobil; la británica BP; la angloholandesa Shell; la francesa Total, y la rusa Lukoil, entre otras. Sobre el proceso y el posible ganador, el funcionario comenta que «es un proceso competitivo, trasparente y nosotros vamos a trabajar con el que gane».

Además, debemos considerar el escenario que se abre con los nuevos descubrimientos para que estas empresas intensifiquen su presencia en México.

En torno al problema de la caída de la producción, el director de Pemex aseguró que el objetivo de la empresa es estabilizar la producción y con un eventual repunte.

Los escenarios aportados por la Secretaría de Energía (Sener), advierten sobre un derrumbe del 24.3 por ciento en los niveles de extracción durante los seis años del actual Gobierno, lo que significa que el país habrá dejado de producir 620,000 barriles diarios de promedio.

Para 2018, se espera que México produzca 1,925,000 barriles diarios, 3,000 barriles menos que la plataforma prevista para 2017. No obstante, el director de Pemex estima que para 2018, laproducción de la plataforma puede ser un mayor.

Objetivo 2020

Los analistas de la Secretaría de Energía también estiman, basándose en información que les proporcionaron Pemex y la Comisión Nacional de Hidrocarburos, que no habrá una recuperación en la actividad petrolera hasta 2020 y que a partir de 2021 pueden incorporarse los efectos asociados a los campos adjudicados en las licitaciones de las Rondas 1 a 4.

De hecho, consideran que para 2022 México producirá 2,600,000 barriles diarios, 675,000 barriles más que los niveles registrados en el último año de esta administración, lo que significa que la aportación de los campos asignados a Pemex y a las empresas privadas, con la apertura del sector promovida por la Reforma Energética, apenas van a servir para compensar la caída de la producción durante el periodo 2012-2018. Mas aun, la producción de crudo que se alcanzara en 2022, es similar a la que el país producía en 2009 (2,601,000 barriles diarios en promedio).

En cuanto a la producción que se espera alcanzar en 2022, González Anaya afirmó que en 2017 y 2018 van a tratar de estabilizar la plataforma y el descenso de los campos. También reconoció que si no se encuentran nuevos yacimientos, la producción caerá porque campos como Cantarell y Ku-Maloob-Zaap están bajando rápidamente, «entonces para mantener la plataforma debes de tener producción incremental cada año, barriles frescos, y esto se va haciendo cada vez más difícil, pero nuestro objetivo es esta- bilizar la producción con perspectivas positivas hacia delante».,

En cuanto al futuro de la empresa, González se muestra seguro: «Yo veo un Pemex fuerte, eficiente, transparente, que fomente el sector energético y el desarrollo del país y que continúe siendo la empresa emblemática del país, pero que ya no va a ser la única».

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Fuente: El Economista