El descontrol de pozos ¿un riesgo catastrófico?
Un descontrol de pozo ocurre cuando la presión de la formación[1] es mayor a la presión del fluido de control, lo que provoca un reventón o blow out, que no puede manejarse a voluntad.
El descontrol de un pozo es el evento más indeseado en materia de actividades petroleras, por las consecuencias catastróficas que se pueden desencadenar, tales como pérdida de vidas humanas, pérdida del pozo y del equipo de perforación, así como daños al medio ambiente.
El caso de mayores proporciones que se ha vivido recientemente en el mundo fue el Deepwater Horizon, en Estados Unidos. El 20 de abril de 2010, la empresa británica British Petroleum (BP) se encontraba realizando operaciones de exploración de aguas profundas en el pozo Macondo, ubicado a 75 kilómetros de la costa de Luisiana, cuando un escape de gas provocó una explosión de la plataforma semi-sumergible Deepwater Horizon con un incendio que duró 36 horas. Millones de barriles de petróleo fueron derramados, en una superficie de entre 86,500 y 180,000 kilómetros cuadrados; fallecieron 11 personas y otras más resultaron heridas.
Este siniestro es considerado uno de los peores en la industria del petróleo, no sólo por los daños directos provocados, sino también por los perjuicios resultantes, tales como la afectación a las actividades pesquera y turística.
En México no existen cifras oficiales acerca de qué tan frecuentemente se descontrola un pozo, pero el peor caso conocido hasta ahora fue el del Ixtoc I. El 3 de junio de 1979, mientras se llevaban a cabo los trabajos de perforación del pozo Ixtoc I de Petróleos Mexicanos, se produjo el descontrol del pozo, lo que ocasionó un incendio de gran magnitud y el derrame de más de 3 millones de barriles de crudo. El evento provocó que el petróleo llegara hasta las costas de Campeche, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas e incluso a algunas zonas de Texas, por las que Estados Unidos solicitó compensación.
Para evitar un acontecimiento de este tipo que sin duda puede llegar a ser catastrófico, las empresas petroleras implementan diversas medidas de seguridad industrial y seguridad operativa, mediante la aplicación de sistemas adecuados de fluidos de perforación, equipos de medición y control de parámetros, y personal debidamente capacitado; no obstante la posibilidad de se origine el descontrol de un pozo es un riesgo latente.
De ahí la importancia de que las empresas petroleras cuenten con un programa integral de seguros, que les permita afrontar las consecuencias de un siniestro, sin poner en riesgo la rentabilidad de la compañía.
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[1] Por formación se entiende la estructura rocosa en la que se encuentra el hidrocarburo.