¿Por qué en algunos estados del norte de México la gasolina cuesta menos?

Dinero en Imagen / Felipe Gazcón / 12 Noviembre

 

CIUDAD DE MÉXICO.- La necesidad del combate a la inflación y de proteger el bolsillo de la población, pero también de cumplir con las promesas de campaña de no más gasolinazos, pondrán a la administración entrante en una importante disyuntiva: mantener los estímulos fiscales a los combustibles, asumiendo una importante pérdida recaudatoria del orden de 107 mil millones de pesos o Permitir el deslizamiento de los precios de acuerdo con su referencia internacional, lo que implicaría un encarecimiento adicional de las gasolinas.

Alejandro Limón, coordinador del área de Energía y Finanzas Públicas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), explicó en entrevista con Excélsior, que el estímulo fiscal no es un subsidio per se, porque no implica un desembolso de Hacienda para estimular un consumo, en donde se pueda bajar el precio final y entonces el consumidor pueda adquirir un producto.

“Lo que hace un estímulo fiscal es un descuento de la carga de impuestos, es decir, sí sigue recaudando el gobierno, pero no tanto como lo que pudiera cobrar en el escenario de que no hubiera dicho estímulo”.

La Secretaría de Hacienda estimó que este año recaudaría por concepto de IEPS a combustibles 258 mil millones de pesos, a los que habría que restarle los 107 mil millones del estímulo fiscal, por lo que la diferencia, unos 151 mil millones, es lo que en realidad captarán de impuestos, en dado caso que siga la tendencia como ha estado.

“Incluso en algunos municipios fronterizos de Chihuahua, Coahuila, Sonora y Tamaulipas el estímulo se ha convertido en un subsidio, debido a la política de equiparar los precios con los estados fronterizos del sur de Estados Unidos”, precisó.

“El estímulo es federal, sin embargo, para los estados que tienen frontera con Estados Unidos se les otorga un estímulo fiscal según la cercanía del municipio en el que estén, si está de cero a 20 kilómetros de la frontera norte tiene una cuota, de 20 a 25 tiene otra, de 25 a 30 y así hasta que llega a 40 kilómetros”, detalló Limón.

El tema es que, en los municipios de Chihuahua, Coahuila, Sonora y Tamaulipas al sumar el estímulo fiscal local fronterizo, más el federal, el monto termina siendo mayor que la carga de impuestos que se deben de pagar, por tanto, funge como un subsidio.

“Entonces hablar de un mercado de gasolinas libre como el que se trató de implementar con los famosos gasolinazos, se pone un tanto en duda con esto”, detalló.

Limón explicó que Baja California se equipara con California en Estados Unidos y este estado es el segundo con los precios más altos en gasolina de Estados Unidos, porque tiene los impuestos más altos, por lo que no es necesario en Baja California implementar un estímulo fiscal estatal, solamente con el federal.

“El estímulo tiene el objetivo de que el ciudadano no se cruce a Estados Unidos y termine dejando los recursos económicos allá, tiene un fin de competitividad y su objetivo es noble en sí, pero lo que queremos demostrar es que sí tiene costos en recaudación y cuestionar hasta dónde puede llegar el límite ya que en estos estados ya se brincó el límite de un estímulo y llegó a un subsidio”.

 

Dinero en Imagen / Felipe Gazcón / 12 Noviembre