Aguas mexicanas del Golfo, la región más explorada hoy

La Reforma Ergética mexicana del 2013-2014 detonó una revolución en materia de exploración y estudio del subsuelo marino mexicano, al grado de que, en los últimos dos años, la porción mexicana del Golfo de México —55% de las aguas de éste— se ha convertido en la región con mayor actividad exploratoria de hidrocarburos en el mundo, reveló Juan Carlos Zepeda, presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).

Lo anterior, gracias a los permisos de exploración superficial que el órgano regulador ha otorgado hasta ahora a 14 grandes empresas geofísicas del mundo —que a la fecha suman ya 34—, lo que ha sido posible gracias al rompimiento del monopolio de exploración que detentaba Petróleos Mexicanos (Pemex), quien en los últimos años careció de recursos financieros suficientes para realizar una mayor y más meticulosa prospección, sobre todo en atractivas zonas como aguas profundas y cuencas complejas como las subsalinas.

“Ésta es la punta de lanza de la reforma energética; si a mí se me pregunta por un dato duro con el cual medir el éxito de la reforma energética, una respuesta es el número de permisos para exploración y la actividad prospectiva que han detonado”, asevera enfático Zepeda Molina, en entrevista con El Economista.

Independientemente del aceptable desempeño de la Ronda Uno de licitaciones petroleras hasta ahora, afirma, es la intensificación de la actividad exploratoria lo que refleja la apuesta de largo plazo de la industria petrolera global en México, “porque si las petroleras están financiando estudios de millones de dólares, es porque están apostándole a que México no sólo va a sacar la Ronda Uno, sino que la información recabada va a servir para las licitaciones que vienen”.

Datos duros: hasta el momento, sólo para exploración superficial, definida ésta como la generación de conocimiento sísmico o, como describe Juan Carlos Zepeda, “un ultrasonido del subsuelo” que permite saber qué recursos hay debajo, las grandes firmas geológicas como TGS, PGS, Schlumberger, EON, entre otras, habrán invertido más de 2,500 millones de dólares en los siguientes tres años, tiempo en el cual lograrán obtener nada menos que 71% de la información sísmica en dos dimensiones (2D) que acumuló Pemex en toda su historia como monopolio de exploración y 3.2 veces la sísmica en tres dimensiones (3D) que logró.

—¿Qué es importante saber sobre la CNH que no ha sido bien conocido hasta ahora?

Cuando vemos a la CNH siempre nos preguntamos por el tema de las licitaciones y eso es muy importante, pero la CNH no es sólo el administrador de contratos y el regulador del sector de hidrocarburos, por ley somos también la agencia del gobierno federal encargada de desarrollar la información, el conocimiento y la inteligencia que le dé el apoyo para definir una política de hidrocarburos de futuro.

Esto se traduce en que la ley refiere que la CNH tiene que crear una instancia que se llama el Centro Nacional de Información de Hidrocarburos (CNIH), que en principio tiene como mandato constituirse al migrar toda la información técnica, sísmica, de rocas, fluidos, etcétera, que Pemex ha generado en su historia en materia de exploración y producción —lo cual se concluirá este mes de agosto—, pero hacia adelante recabará toda la información que tanto Pemex como los privados sigan generando. El propósito es contar con la mejor información para fundamentar y emitir recomendaciones robustas al Estado sobre cuáles bloques de hidrocarburos licitar.

—¿Cuál es la naturaleza legal de la nueva información que generen los privados?

La reforma constitucional en materia energética abrió la industria petrolera a la participación de los privados, mexicanos y extranjeros, pero con ello se abrió también la industria de la información, que es la punta de lanza de la reforma. Si una empresa de geofísica dice que hay interés en estudiar tal área, ahora se puede.

No obstante, por ley, toda la información generada será propiedad de la nación, si bien los privados pueden recuperar su inversión gracias a una licencia que les da el derecho de comercializarla por 12 años. Sin embargo, la CNH puede utilizar y explotar la información en beneficio del Estado inmediatamente, para definir si hay potencial para realizar alguna licitación.

—¿Cómo funciona la industria de la información sísmica?

Es otra industria dentro de la industria petrolera. Están las petroleras, Pemex, Shell, Exxon, Total, etcétera, y son ellas las que evalúan los proyectos, toman la decisión y arriesgan el capital, dicen: “vamos a explorar aquí, vamos a perforar, hágase un pozo aquí”. Si encuentran ganancia, bien, pero si no, asumen el costo. Una empresa petrolera es la que arriesga el capital, pero las petroleras no ejecutan, no perforan y no exploran, todo eso lo hacen subcontratistas especializados.

En materia de información, quienes van con los aparatos para generar una onda acústica que genere una reflexión y tener la sísmica tampoco son las petroleras, sino empresas de servicio. Éstas son las que se acercan a partir de la reforma y le dicen a la CNH: “yo quiero un permiso para explorar aquí”, pero cuando se acercan, antes de eso, fueron con las petroleras para preguntarles en dónde les gustaría que les diera el servicio de hacer un estudio sísmico, para lo cual les dan un prefondeo, dado que al final terminarán vendiéndoles la información.

—¿Qué tan rápido se está explorando México?

Lo que la industria me dice, me atrevería a apostar, porque es lo que se dice en la industria, que no hay una zona del mundo que se esté explorando tanto como México ahorita. Estaba en un foro y me decían algunos escépticos de la reforma, “oye es que con la reforma se decía que habría un boom de exploración”, y yo les digo, “¿Qué crees?, que es algo que efectivamente está ocurriendo”. Hay una explosión de información. No hay ninguna otra zona que se explore hoy en el mundo como México.

—¿Hay antecedentes de lo que hoy sucede en México?

En general, todo es práctica internacional, si bien existen innovaciones propias en el diseño mexicano. Esta explosión de información igual ocurrió en Brasil en 1997, seis años después de la apertura de su sector petrolero habían incrementado su acervo de información 50 por ciento.

En Brasil, platicando con mis homólogos de la Agencia Nacional del Petróleo brasileña, me comentaban, por ejemplo, que gracias a los permisos de exploración que dieron se generaron los indicios para descubrir el megayacimiento Presal.

—¿En qué grado de prioridad estaba la exploración en Pemex?

La inversión en exploración que históricamente tenemos es bajísima respecto de cualquier parámetro internacional. Lo que ocurre es que teníamos una de las macrocuencas petroleras más importantes del mundo, el Golfo de México, y más de la mitad de éste, 55% de jurisdicción mexicana, estaba cerrado al mundo y Pemex lo exploraba, pero a un ritmo completamente inferior en relación con el potencial de la macrocuenca.

—¿Qué tanto ha evolucionado la tecnología de exploración y cuál es su impacto?

Muchísimo. La gente puede decir que cómo es posible que la industria internacional esté volcada a explorar México cuando se supone que ya estaba explorado. Sí, pero cuando sales a explorar, a buscar, cada que cambia la tecnología quieres salir a buscar otra vez. Si se te pierde una moneda en el jardín de tu casa puedes salir a buscarla con una lamparita en la noche y es difícil que la encuentres, pero luego si te traen un detector de metales, es obvio que quieras salir otra vez.

Eso pasa en la industria petrolera. Pemex ha tenido mucha información, pero tiene cosas recientes y cosas que son de muchos años atrás. La de aguas profundas es la sísmica más reciente que tomó y es sísmica tridimensional, pero por ejemplo, de la tercera fase de la Ronda Uno, la de campos maduros en tierra, mucha de la información sísmica era de archivos PDF, porque la información era viejísima.

Siete puntos a saber sobre las empresas de la industria de la información sísmica:

A través de ondas de sonido, desarrollan imágenes sobre la geología debajo del subsuelo marino, con el propósito de identificar la presencia de hidrocarburos.

Son independientes de las empresas petroleras, que les pagan para realizar los servicios de exploración superficial.

En México, hasta antes de la reforma energética, sólo Pemex decidía qué se exploraba, pero el sector actualmente se encuentra abierto.

En nuestro país, toda la información que generan pertenece al Estado, pero éste les puede otorgar licencias de comercialización por 12 años.

Las áreas de exploración en México no son exclusivas, por lo que más de una empresa puede obtener información sísmica de una sola área.

Con la información sísmica que recaba, la CNH desarrolla la inteligencia para sugerirle a la Secretaría de Energía qué áreas son atractivas para licitación.

Algunas empresas que ya realizan exploración superficial en el país son Schlumberger, TGS, PGS, Dolphin Group y Petroleum Geo Services.

Ronda 1.4, la más informada

La cuarta fase de licitaciones petroleras de la Ronda Uno (Ronda 1.4), en la que se concursarán bloques de aguas profundas, es la que mayor y más completa información sísmica ha contenido hasta el momento dentro de la ronda, lo que se refleja en el amplio interés mostrado por las petroleras para acceder al cuarto de datos de la licitación, siendo 23 empresas petroleras las que han pagado la entrada.

“Los cuartos de datos de esta licitación son muy grandes; además de que hay información nueva en el mercado. Ésta es la licitación donde hay mucha más inversión en conocimiento”, dijo Juan Carlos Zepeda, presidente de la CNH.

Se trata de la información más reciente recabada por Petróleos Mexicanos (Pemex) mientras aún era el monopolio petrolero del país, la cual incluye proyecciones tridimensionales. El costo del paquete mínimo de información es de 2.5 millones de dólares.

Zepeda Molina dijo que además del acceso básico, diversas petroleras solicitaron adquirir licencias de toda la información sísmica de aguas profundas que México tiene. “Estas empresas entre los paquetes de datos y el pago de la información de aguas profundas a través del Centro Nacional de Información de Hidrocarburos han pagado 119 millones de dólares. Ése es un dato tremendo”.

El próximo 5 de julio vence el plazo para la entrega de documentación para la precalificación de los interesados en participar en esta licitación y el 24 de agosto se publica la lista de los precalificados. El 4 de noviembre es la fecha límite para modificar la estructura de los licitantes y el concurso se llevará a cabo el 5 de diciembre.

Entre las empresas que han iniciado ya su proceso de precalificación figuran Chevron, Shell, Total, Exxon Mobil, Statoil, British Petroleum, BHP Billiton, Petronas y Pemex.

Farmouts, clave para revertir caída productiva.

Las asociaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) con privados para la exploración y producción petrolera, los llamados farmouts, son el eje de la instrumentación de la reforma energética, pues estas actividades se desarrollarán en las mejores áreas prospectivas, las que se le dieron a Pemex en la Ronda Uno, y de ellas dependerá revertir en lo más próximo la caída de la producción petrolera del país, afirmó Juan Carlos Zepeda, presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).

“Estamos en un entorno internacional muy competido, difícil para captar inversiones. Las mejores oportunidades de inversión, en donde están las reservas en donde podemos generar un aumento en los próximos años que revierta la caída de la producción, son las áreas que se le dieron a Pemex”, afirmó el funcionario.

Destacó que existe un atractivo particular en los yacimientos de aguas profundas, los de mayor complejidad y exigencia de recursos de inversión, y ejemplificó con el caso del Golfo de México de jurisdicción estadounidense, en donde se producen 1.4 millones de barriles diarios de petróleo y 80% corresponde a depósitos profundos o ultraprofundos.

“En México se producen cero barriles en aguas profundas y esto nos debe llamar la atención como una oportunidad de inversión porque la geología no conoce de fronteras políticas”, mencionó.

Para la instrumentación de los farmouts, que por ley se definen a través de una licitación (Pemex no puede elegir con quién asociarse), la CNH tiene la encomienda de organizar el concurso de modo transparente y ordenado, proveyendo de toda la información técnica a Pemex y a las secretarías de Energía y de Hacienda.

 

Fuente: El Economista